Siempre ha estado sujeta a cuestionamiento la figura del notario que capta y asume un volumen de trabajo tal (consistente fundamentalmente en contratación en masa) que no resulta verosímil que pueda atenderlo dando un tratamiento personalizado a los otorgantes y cumpliendo debidamente con los deberes propios de la función, con el consiguiente desprestigio que ello supone para el notariado. Joaquín Costa los llamaba «notarios alforjeros», y hoy se los conoce …Read More